El Encuentro Juvenil de la Diócesis de Carabayllo (EJUCAR), organizado por la Pastoral Juvenil Diocesana (PJDC) – Vicaría de Juventud, celebrará este domingo 28 de septiembre, en el CEPD El Buen Pastor, Los Olivos, su 28.ª edición bajo el lema “Jesucristo, mi esperanza”. Con casi tres décadas de historia, este evento se ha consolidado como una de las citas juveniles más significativas de Lima Norte, convocando a más de 1,500 jóvenes para vivir una jornada de oración, música, reflexión y comunidad.
Desde su primera edición, el EJUCAR ha sido un semillero de vocaciones y liderazgos pastorales, adaptándose a los desafíos y realidades cambiantes de la juventud. Año tras año, ha ofrecido un espacio donde los jóvenes pueden renovar su fe, fortalecer su compromiso cristiano y encontrarse personalmente con Cristo, en medio de un ambiente festivo y fraterno. Este 2025, el encuentro busca reavivar la esperanza en tiempos de incertidumbre, recordando que ser “tierra buena” para Dios implica sembrar valores, servicio y unidad en la comunidad.
Entrevista a Giuliana Reto, secretaria ejecutiva de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Carabayllo
Para conocer más sobre el significado de esta edición y los preparativos detrás del evento, tuvimos una entrevista con Giuliana Reto, secretaria ejecutiva de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Carabayllo, quien compartió detalles clave, hitos históricos y las expectativas que rodean al EJUCAR 2025.
¿Cuándo y cómo nació el EJUCAR en nuestra diócesis?
El EJUCAR nació hace 28 años como respuesta a la necesidad de un encuentro entre los jóvenes y su obispo. Surgió para ofrecerles un espacio donde pudieran vivir una experiencia de fe y comunidad directamente vinculada a la guía pastoral de la diócesis.
¿Cuál ha sido la evolución del encuentro a lo largo de los años?
El encuentro ha ido modificándose constantemente para responder a las realidades cambiantes de los jóvenes. Giuliana explicó que “las realidades de los jóvenes de hace 28 años no son las mismas de los jóvenes actuales: los tiempos, las prioridades y el estilo de vida han cambiado”. Por ello, cada edición ha adaptado su dinámica, su tema y sus actividades a las necesidades de cada generación.
¿Hay hitos o momentos históricos del EJUCAR que consideres importantes destacar?
Uno de los hitos más recordados fue la celebración de los 25 años, que generó un “boom” de participación y motivó al equipo a invertir más en la organización. Otro momento clave fue el cambio de lugares de realización, un reto que sacó al encuentro de su zona de confort y lo expandió a nuevas comunidades.
¿Cuál es el lema o tema central de este año y por qué se eligió?
El lema de este año, “Jesucristo, mi esperanza”, toma su inspiración de la parábola del sembrador. Todo el proceso —pre-EJUCAR, EJUCAR y post-EJUCAR— está diseñado en sintonía con este mensaje, invitando a los jóvenes a mirarse con honestidad, reconocer qué tipo de “tierra” son y asumir el compromiso de convertirse en tierra fértil para Dios. Además, en este Año Jubilar, somos peregrinos de la esperanza, llamados a caminar con fe viva y a dejar que Cristo siembre en nosotros la semilla de una vida renovada.
¿Cómo fue el proceso de preparación a nivel vicarial y parroquial?
Se realizaron pre-EJUCAR parroquiales, donde los jóvenes profundizaron en la identidad cristiana y el lema del año. Además, el equipo diocesano acompañó a los equipos vicariales, que a su vez apoyaron a las parroquias bajo su jurisdicción. Durante todo el proceso, hubo acompañamiento espiritual, emocional y logístico.
¿Cuántas parroquias y jóvenes se espera que participen?
Se espera la participación de alrededor de 2,000 jóvenes, con las entradas distribuidas por parroquias para controlar el aforo y garantizar una buena experiencia. Aunque no se especifica el número exacto de parroquias, la organización cubre toda la diócesis.
¿Existen testimonios significativos de jóvenes cuya vocación o servicio pastoral se haya fortalecido gracias al EJUCAR?
Giuliana destacó que gracias al EJUCAR se han generado varias vocaciones, ya que vivir esta experiencia permite a los jóvenes discernir y descubrir su llamado. Los seminaristas también participan activamente, acompañando y animando a los asistentes.
¿Qué equipos o ministerios están involucrados en la organización?
Los propios jóvenes lideran áreas clave y grupos como liturgia, temática, coro, orden y seguridad, logística, comunicaciones, expresión artística y acogida. Además, colaboran con el staff diocesano de catequesis familiar y cuentan con el apoyo del seminario.
Si tuvieras que resumir el espíritu del EJUCAR en una frase para motivar a los jóvenes, ¿cuál sería?
“En el EJUCAR somos muchos, pero a la vez somos uno solo, porque unidos en Cristo descubrimos que, aunque somos diversos, en el servicio y en la fe formamos un solo cuerpo”. Cierra la entrevista Giuliana Reto.
Como diócesis, reafirmamos que el EJUCAR es mucho más que un evento: es un testimonio vivo de esperanza, unidad y fe activa en Lima Norte. Invitamos a todos los jóvenes a dejarse encontrar por Cristo, a llevar su alegría a sus parroquias y comunidades, y a ser sembradores de esperanza en un mundo que necesita testigos auténticos del Evangelio. Unidos en el servicio y guiados por Jesucristo, renovamos nuestro compromiso de acompañar, formar y fortalecer a la juventud que es el presente y el futuro de nuestra Iglesia.
